Por: Raúl Caballero Rolón
La Quinta Avenida es un verdadero desastre a raíz del cierre determinado por la administración de la Alcaldesa.
Desde los taxistas hasta los comerciantes organizados que pagan impuestos se quejan por lo que consideran una decisión absurda que además provocará que el Coronavirus siga disparándose.
Los comerciantes reaccionan y señalan que sus establecimientos comerciales prácticamente han quedado bloqueados, ante la alta invasión de ventas informales instaladas a lo largo de la carrera Quinta.
También afirman que desde tempranas horas de hoy la delincuencia ha comenzado a hacer de las suyas, ante la poca presencia de la Policía.